La Imagen de empresa y sus productos o servicios, son una herramienta de gran valor estratégico para posicionarse en un mercado cada vez más competitivo
Vamos a ponerle a usted como ejemplo, supongamos que necesita un producto o servicio determinado, por ejemplo un vehículo. Lo primero que va a tener en cuenta es el prestigio de la marca y la experiencia de otros usuarios para asegurarse que el producto merece garantías de calidad, a continuación se dejará seducir por los aspectos que le produzcan un impacto emocional más poderoso, y finalmente se enfrentará al precio, que acostumbra a ser más elevado de lo que tenia previsto, pero está dispuesto a pagar ese precio por todo ese valor intangible que le ha convencido, y le ha convencido tanto, que ha tomado la decisión de comprarlo sin haberlo probado.
Esa fuerza tan poderosa de atracción que le llega a convencer de forma incondicional, se denomina diseño. El diseño posee una fuerza tan seductora, que por ella misma consigue que el comprador se decida a poseer ese producto tan prestigioso, de todas formas esto no es determinante, pues si el producto o servicio no cumple con sus expectativas, el valor intangible de la marca, sufrirá las consecuencias que conlleva la reacción de un cliente insatisfecho.
Es muy importante apostar fuerte por el valor intangible, si el producto tiene calidad, tiene que transmitirla también en su forma, colores, promoción y presentación, de esta forma tenemos el futuro del producto o servicio asegurado.